Después de la Batalla de Pavón se unifica la república iniciándose
así la etapa de la institucionalización del gobierno nacional y de los
gobiernos de la provincia bajo la dirección de Buenos Aires.
Paralelamente se emprendieron planes de transformación social, económica
y cultural que dejaron profundas huellas en el país.
Ideología
Los hombres que tomaron el poder después de Pavón, conocidos como la
generación del 37 sostenían como ideología el romanticismo cuyos
principios eran: la libertad y el nacionalismo buscando definir el
concepto de nación. En base a ellos elaboraron un programa de gobierno,
aplicado a lo largo de tres presidencias:
Mitre (1862-1868)
Sarmiento (1868-1874)
Avellaneda (1874-1880)
Política interna
El programa se caracterizaba por organizar un modelo de Estado
Nacional, reconocido como autoridad suprema y legítima, para lo cuál
debía:
En el gobierno
Imponer su autoridad a los gobiernos provinciales, acabando con los
caudillos federales, ya que aún se producían levantamientos federales
producto de las deterioradas condiciones de vida de estas provincias, y
de la no contemplación de los intereses federales de las mismas.
Establecer en forma definitiva el ámbito de su funcionamiento, fijando
la capital de la república.
Garantizar el orden jurídico mediante instituciones y sanción de normas,
para ello se inició el proceso de Codificación de las normas legales
en forma ordenada con el objetivo de normalizar los distintos aspectos
de las relaciones entre los hombres, la sociedad y el estado. Se elaboró
el código civil a cargo de Vélez Sarfield, y el código penal a cargo de
Carlos Tejedor.
Establecer un sistema electoral que estableciera el registro cívico
donde se anotaban los ciudadanos varones, sin embargo esto no
garantizaba la libre expresión de la ciudadanía. Los partidos políticos
que existían eran muy sencillos en su organización, pero eran el medio
para acceder al poder.
En el territorio
El territorio nacional era otro de los elementos del estado que debían
precisar. No estaban fijadas las fronteras exteriores ni los límites de
las 14 provincias que constituían la nación.
Extender su soberanía a todo su territorio, terminando con las fronteras
interiores que dividían las zonas dominadas por indios y blancos. El
avance definitivo del gobierno sobre el territorio fue con las campañas
de Alsina y Roca y el establecimiento de los límites con los países
vecinos.
Políticas sociales
En la población
Acabar con la lucha entre indios y blancos, esta databa desde la época
de la conquista, los indígenas trataban de preservar sus formas de vida,
resistiendo y atacando, este tipo de hostigamiento se lo llamaba
malones, las tierras ocupadas por los indios se las llamaba
desierto, y a partir de este período se consideró la posibilidad de
la ocupación del desierto y la sustitución del aborigen por la población
blanca.
La táctica defensiva que usaban los blancos era por medio del
establecimiento de fortines (construcciones de abobe rodeada de
fosos y protegidas por unos pocos soldados) este era un sistema costoso
e ineficaz, otro tipo de método para evitar los malones era la entrega
de subsidios.
En el territorio
Fomentar la inmigración para poblar el desierto, era otro de los
objetivos del gobierno. Aumentar la población y dotar al país de
recursos humanos capacitados para encarar la transformación económica,
preferían inmigrantes anglosajones sin embargo la situación
socioeconómica atrajo mas a españoles e italianos.
De este modo se inició el proceso de inmigración artificial o
dirigida que consistía en fomentar el ingreso de grupos humanos y
distribuirlos en el territorio fijando de antemano la actividad a
desarrollar. Se establecieron así colonias (lugares poblados por
extranjeros de una misma nacionalidad) destinadas al trabajo agrícola,
la primera fue la colonia de Esperanza en la provincia de Santa fe.
Política externa
Argentina mantuvo relaciones comerciales y financieras con Inglaterra,
frente al inminente imperialismo que este ejercía, de esta manera
podía conseguir capitales necesarios para el desarrollo del país y
desligarse de toda política de unión americana manteniendo la hegemonía
de Argentina frente al avance brasilero y del resto de países
limítrofes, se manifestó un claro rechazo a la alternativa americanista.
Entre 1865-1870 se produce la crisis de mayor magnitud: la
guerra de la triple alianza, que fue conocida como una guerra
fraticida donde se obedecieron y velaron por los intereses británicos en
detrimento del Paraguay, se produjeron grandes pérdidas humanas y
materiales sin obtener significativas ventajas territoriales.
De esta manera podríamos sintetizar diciendo que se siguió la línea del
Atlántico en las relaciones con Europa y EE.UU., dejando de lado las
vinculaciones con los estados del pacífico e ignorando los movimientos
americanistas.
Política económica
Durante este período se produce el proceso de transformación de la
estructura económica del país, incentivado por el gran capitalismo
(basado en el capital como principal fuente de producción en la
propiedad privada y en la libre contratación.
Este modelo ha sido llamado de economía primaria exportadora
porque privilegiaba la producción de materias primas derivadas de la
actividad agrícola ganadera con vistas a la exportación. El mismo
consistía en: unificar la economía mediante la supresión de aduanas
interiores, promover inversiones de capital, desarrollar actividades
primarias especialmente ganadería y agricultura. Mantener el libre
cambio, mejorar las comunicaciones, las libertades individuales para
promover actividades económicas.
|