1852-1862: Buenos Aires vs. La Confederación 

En el Congreso de Santa Fe, convocado por Urquiza, se reunieron todas las provincias excepto Buenos Aires. Aprobaron la Constitución Nacional y designaron a Urquiza Presidente de la Nación. Estas resoluciones fueron desconocidas por Buenos Aires quien se organizó como estado aparte.

 

Las causas de la separación 

Causas económicas

 El naciente estado necesitaba recursos fiscales para mantenerse y la principal fuente de esos recursos era la aduana de Buenos Aires. La Confederación no sólo había eliminado las aduanas interiores sino que también había nacionalizado las aduanas exteriores y en particular la de Buenos Aires que con esto perdía su principal fuente de poder financiero.

Otro problema que enfrentó a las provincias fue el proteccionismo o el libre cambio que debía contener la política aduanera. Mientras Buenos Aires coincidentemente con las provincias del Litoral (fundamentalmente Santa Fe y Entre Ríos) eran partidarios del libre cambio que beneficiaba sus exportaciones, las restantes provincias defendían a ultranza el proteccionismo porque los precios de las mercaderías importadas competían de manera desleal con los de la producción local.

Si bien Buenos Aires y el Litoral coincidían en el tema del librecambio existían serias diferencias entre ellas por el manejo de los recursos de la aduana y el acceso directo del Litoral al mercado externo a través de la libre navegación de los ríos interiores (Uruguay y Paraná), lo que era cuestionado por Buenos Aires.

Es decir que, al proclamar como capital federal a Buenos Aires, la Constitución Nacional le deba forma institucional a la apropiación de la riqueza hasta ahora controlada por Buenos Aires y al permitir la libre navegabilidad de los ríos interiores y levantar un puerto en Rosario, le otorgaba al litoral condiciones similares a Buenos Aires sin necesidad de su mediación.

 

Causas políticas

 La Constitución le daba poderes amplios al Presidente de la Nación, poderes que al ser nombrado Urquiza, quedaban en manos de un provinciano.

La misma Constitución organizaba el poder legislativo en un congreso conformado por dos cámaras donde la más importante, la de senadores, ponía a todas las provincias en un pié de igualdad al designar dos senadores por provincia, sin importar el número de habitantes, con lo cual el poder de Urquiza se fortalecía y la alianza interprovincial que él lideraba, era la mayoría política del nuevo Estado.

De esta manera, Buenos Aires recortado su poder frente a las provincias del litoral, decide separarse antes que ceder sus privilegios quedando en el país dos estados: Buenos Aires y la Confederación.

 

La separación 

La Confederación comenzó a organizarse instalando la capital provisoria en Paraná e intentando unificar el mercado interno de las 13 provincias que la conformaban.

Las medidas económicas que adoptó consistentes en: abolir las aduanas interiores entre las provincias, fomentar la cría de ovejas, instalar colonias agrícolas con inmigrantes extranjeros, usar los ríos interiores (Paraná y Uruguay) para atraer el comercio exterior hacia Rosario o Paraná salteando a Buenos Aires; no lograron compensar las diferencias existentes con esta provincia.

La Confederación no pudo instalar un sistema financiero propio, todos los intentos de organizar un sistema bancario fracasaron como así también todo intento de instalar un sistema de crédito estatal. También fracasó la construcción de una red ferroviaria que uniendo a Rosario con el resto de las provincias posibilitara la construcción de un mercado unificado de la Confederación.

Buenos Aires en cambio, poseía con respecto a la Confederación, numerosas diferencias a favor. Por empezar poseía el puerto, con comunicación directa con el resto del mundo, más importante del país y, contaba con la aduana, principal fuente de ingreso que una provincia pudiera tener. Poseía un banco que era la más poderosa red financiera de todo el territorio. Su pujanza económica era tal que pudo construir un ferrocarril, el primero de la Argentina, con capitales privados de la provincia (el ferrocarril del Oeste).

 

La unión: triunfa Buenos Aires

 Es indudable que la competencia económica favorecía a Buenos Aires y por ello Urquiza decidió dar por terminado el conflicto y anexarla por la fuerza, el conflicto armado se desató y tuvo lugar en Cepeda el 23 de octubre de 1859 y el triunfo fue de las fuerzas lideradas por Urquiza.

Este triunfo en el campo de batalla no fue tal en la mesa de negociaciones ya que Buenos Aires logró imponerse logrando en el Acuerdo de San Nicolás como condición para reintegrarse a la Confederación, la reforma de la Constitución.

Esta reforma llevada a cabo en 1860 significó que Buenos Aires aceptaba federalizar los recursos de la aduana con la condición de recibir un subsidio durante algunos años por los ingresos que perdería, siendo el tema de la capital postergado hasta que el Congreso dictara una ley al efecto.

En el mismo año Mitre fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires y, desde ese cargo desarrolló una política favorable a la unidad, pero los conflictos profundos no habían terminado. La competencia pasaba, ahora, por el control político del país. Esta competencia culminó nuevamente en el campo de Batalla, Buenos Aires, con Mitre, y el interior, con Urquiza, se enfrentaron en Pavón de donde las tropas de uno y otro se retiraron sin un resultado definitivo. Esta situación fue aprovechada por Mitre quién depuso al Congreso de la Confederación y a su Presidente, Derqui, e inmediatamente, Mitre fue declarado Presidente Provisorio.